Fiestas en La Lastra del Cano 2013

Después de un año volvemos a poner aquí unas fotografías tomadas durante las fiestas de verano de La Lastra del Cano de 2013. Se ve uno de los desayunos en La Lastrilla, el almuerzo de patatas revolconas en el Cardedal, la recogida de alimentos para el Banco de Alimentos de Ávila, una iniciativa de La Peña Lastra y unas imágenes de la procesión de la Vírgen Manquita.

Sardinada en La Lastra del Cano

Esta semana, el día 15 de agosto, habia sardinada en el bar de La Lastra, he aquí unas impresiones del comienzo de una velada muy animada...

Semana Santa en la Lastra del Cano

Durante la Semana Santa el tiempo hacía de las suyas como es casi habitual en estas fechas. Frío, lluvia, niebla y alguna tormenta, hubo de todo. Recogimiento en casa y alguna reunión de amigos en el bar del pueblo, charlando al amor de la lumbre hasta altas horas de la madrugada, eso sí, todavía sin tabernero... Tampoco el tiempo invitaba mucho a salir a pasear y a hacer fotos, pero algunas siempre se descubren después en alguna tarjeta de memoria. Aprovecho para recomendar aquí también la entrada en mi blog de fotografía sobre la ancestral costumbre de la procesión de los "empalaos" en Valverde de la Vera en Cáceres: http://www.florianbachmeier.blogspot.de/2012/04/empalaos-in-valverde-de-la-vera.html

El viejo roble

El viejo roble. Cada vez que lo miro desde la carretera me digo a mi mismo que algún día voy a conseguir hacer una buena foto – todavía no estoy contento, aquí hay otro intento… Y claro, inspira, te paras a pensar, es un árbol que habrá visto muchas cosas, anclado con sus raíces en la áspera tierra, buscando sustento en la profundidad después de muchos inviernos y veranos de vida. Día tras día, susurrando en el viento, agunatando lluvía y frío o gimiendo bajo un sol de justicia, el tronco ajado, vetusto y curvo, quebrada la corteza, pero firme y solitario en el prado como un vigilante solitario…

Verano en la Lastra del Cano

Ya se hace largo el invierno, acabo de descubrir en mi archivo esta fotografía de mi amigo y fotógrafo Achim Hoffmeister, tomada en Agosto del verano pasado. Ya queda menos para los meses de vacaciones en la Lastra y disfrutar del buen tiempo y los amigos del pueblo...

Carnavales en Gredos

Fotografía: Copyright VenaGredos

Ya pensaba yo que tenía que haber algún pueblo donde todavía se mantienen arraigadas costumbres para celebrar los carnavales, una fiesta con mucho significado y hondas raíces en todas las regiones montañosas. Por la época en la que se celebraba desde tiempos remotos era un hito importante, se acercaba el final del inverno y la gente celebraba la llegada de la próxima primavera. He leído hoy este artículo en el blog VenaGredos (http://www.venagredos.com/blog) y lo reproduzco aquí entero para vosotros:
"Pocos carnavales representan tan bien el eterno combate entre el bien y el mal como el de Navalosa. La pequeña localidad serrana vive el domingo la ancestral mascarada de los cucurrumachos, personajes siniestros y mudos con terroríficas caretas, claros oponentes de los "quintos guapos", que ese día celebran su fiesta vestidos de gala.
Los tiempos cambian, pero las costumbres más arraigadas permanecen. Aunque ya no hay "mili", muchos pueblos de Gredos mantienen las fiestas de los quintos. En Navalosa, su gallardía contrasta con el aspecto arcaico de los currucumachos y ambos grupos conforman un sorprendente carnaval, conocido por su singularidad y tradición en toda España.
La fiesta comienza por la mañana, cuando los quintos, engalanados con cintas y escarapelas, recorren el pueblo recogiendo alimentos y dinero para hacer una comida multitudinaria. Sus madres preparan el almuerzo en una casa derruida o inacabada, reconvertida por un fin de semana en cuartel general.
Una vez finalizado el almuerzo, todo el pueblo se reúne en torno a un gran árbol o "mayo" que los jóvenes de la localidad ha colocado previamente. Allí se forman dos corros: uno de los quintos y las quintas y otros con sus madres y otras mujeres. Ellas llevan el traje de serrana, con sus enaguas blancas, su manteo (falda) amarillo y negro y sus mantones bordados.
Los cucurrumachos hacen su terrorífica y desordenada aparición en la plaza. Sus caretas sobrecogedoras -confeccionadas con madera, crines de caballo y cornamentas de carnero o de vaca- su chocante mutismo y el ensordecedor sonido de los cencerros que llevan colgados a la cintura, amedrentan al espectador más templado. Bailan una extraña danza que consiste en imitar labores agrícolas y ganaderas como arar la tierra con yugo y arado, segar la hierba, o pastar.
Sobre estas líneas, Imagen de un cucurrumacho extraida de la web www.navalosa.tk.
En un momento indicado en el pregón, uno de los vecinos del pueblo dispara con una escopeta dos tiros al aire, representando la muerte de “la vaquilla”. A partir de ese instante, los quintos y quintas bailan alrededor del mayo hasta que acaba de leerse el pregón y los cucurrumachos se quitan las máscaras y descubren su identidad.
Para más información sobre esta ancestral tradición, sus orígenes y las coplas que acompañan la fiesta, consultar el número 329 de la Revista de Folklore publicada por la Fundación Joaquín Díaz."

Gracias a los autores! Fotografía: Copyright VenaGredos

Matanza

Aunque la imagen no fue tomada en La Lastra del Cano (es de un pueblo de Navarra, y data del año 1998), pero la pongo aquí porque así me imagino que había sido anteriormente en el pueblo. Un día de trabajo y un día de fiesta y alegría. Había que madrugar, prepararlo todo, tomar algo para calentar el cuerpo; después, supongo, llegaban todos, familiares, algún vecino, para contemplar al cerdo que se ha de sacrificar durante sus últimos minutos de vida. Después de matarlo y guardar la sangre para las morcillas, todo es trabajo duro, quitar el vello quemando rastrojos y con agua hirviendo. Después lo más espectacular, abrir en canal al animal. Una vez extraídos los órganos internos y los intestinos, se procede al despiece... Las mujeres los limpiaban a conciencia para reconvertirlos en envases para morcillas, chorizos, salchichones y todo tipo de embutido. Y así todo el día, tarea tras tarea hasta acabar reventado, alrededor de una mesa, con unos tragos de licor y una partida de cartas...